Sebastião Rodrigues Soromenho o Sebastian Rodríquez Cermeño

21.01.2018 20:34

Índice de Sucesos, barcos y personajes

 

Sebastião Rodrigues Soromenho fue un navegante y piloto portugués del siglo XVI, nacido en Sesimbra, Portugal el 27 de marzo de 1560.

No sabemos nada de su infancia y juventud.

Suponemos que ingresó en la Real Armada después de 1581, fecha de la unión de ambas monarquías ibéricas y que se recibió como Piloto práctico para la carrera de Filipinas.

El 14 de octubre de 1587 Sebastião Rodrigues se encontraba a bordo del galeón “Santa Ana” ―probablemente en el desempeño del cargo de 2º piloto―, en travesía desde Manila a Acapulco. El capitán era el vizcaino Tomas de Arçola y el primer piloto era el portugués Nicolau Rodrigo.

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Este galeón se construyó en El Realejo (en la actual Nicaragua) en 1583. Desplazaba alrededor de 600 toneladas y su dotación era de unos 200 hombres. No llevaba piezas de artilleria montadas.

El navegante y corsario inglés Thomas Cavendish a bordo del «Desire» ―120 toneladas y 18 cañones, tercer barco en circumnavegar el globo―, estaba apostado en los alrededores del Cabo San Lucas (extremo sur de la península de Baja California) a la espera del Galeón de Manila.

Cuando el Santa Ana llegó a las inmediaciones, mientras los españoles y portugueses estaban entonando un tedéum, Cavendish y sus huestes les cayeron encima. El inglés se hizo con una fortuna en monedas de oro, plata, brocados, porcelanas y sedas chinas. Su barco era demasiado pequeño para transportar tantas riquezas, por lo que incendió y hundió el galeón con todo lo que no podía llevarse. Cavendish también se llevó al primer piloto del «Santa Ana» para utilizarlo como práctico. Los 190 supervivientes del galeón fueron desembarcados en San José del Cabo.

Réplica del galeón «Andalucía» Foto de https://i.pinimg.com

 

Sebastião Rodrigues posiblemente siguió su carrera a bordo de los Galeones de Manila, ascendiendo con los años a primer piloto y capitán.

En 1595 nuestro hombre fue escogido por el virrey Luis de Velasco y Castilla, mediante real cédula del monarca de España y Portugal (Felipe I de Portugal y II de España). Su misión era navegar a lo largo de las costas bañadas por el océano Pacífico (al norte de México), en el tornaviaje desde Manila, una vez alcanzado el continente americano. Su objetivo era encontrar un puerto donde hacer aguada y provisiones de boca, elaborar un derrotero de esa parte del Pacífico y cartografiar los puertos, bahías y otros lugares de interés.

El 5 de julio zarpó de Cavite (Filipinas) al mando del galeón «San Agustín» de aproximadamente 200 toneladas de desplazamiento, que en esta ocasión llevaba una carga de unas 130 toneladas (porcelana, seda, cera, especias y otros artículos orientales), algunos pasajeros, unos pocos soldados y entre 70 y 80 tripulantes. Juan de Morgana era el piloto y Juan del Río el alferez.

Navegaron cerca de cuatro meses siguiendo la derrota de Urdaneta. El 4 de noviembre recalaron al norte de Cabo Mendocino (California), entonces viraron a estribor para seguir en paralelo la costa. El día 6 o 7 del mismo mes alcanzaron una gran bahía (a unas 27 millas al NW de San Francisco) y la bautizaron como Puerto de los Reyes, aunque previamente (en 1579) Drake la había bautizado con su propio nombre.

Drakes Bay  Foto de https://www.indybay.org

 

Al capitán le pareció un fondeadero satisfactorio y la nave fondeó a redoso de la punta, en el centro de la bahía. Los nativos —Miwok—, eran amistosos y proclives al intercambio comercial.

Se trataba del cuarto desembarco europeo en las costas californianas, después de los efectuados por Francisco de Ulloa, Juan Rodríguez Cabrillo y Francis Drake.

Una vez fondeados convenientemente y tras tomar oficialmente posesión de las tierras en nombre del rey hispanoportugués, la tripulación se dedicó a hacer aguada, explorar los alrededores, comerciar con los nativos y montar una embarcación ―un viroco filipino― que llevaban a bordo, para utilizar como auxiliar en el reconocimiento de la costa.

En estos menesteres transcurrió un mes, pero entonces se desató un temporal del sur o suroeste que hizo garrear las anclas y embarrancar el barco en la playa. Las sucesivos olas y golpes de mar acabaron partiendo el casco por la mitad. Se ahogaron entre siete y doce personas, según las fuentes, pero la mayoría consiguió alcanzar la orilla. Casi toda la valiosa carga se perdió.

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Los náufragos finalizaron el montaje de la lancha filipina, la aparejaron y la aprovisionaron. El 8 de diciembre unos 80 tripulantes y pasajeros se embarcaron a bordo del «San Buenaventura», una embarcación abierta y no muy grande.

Algunos tripulantes y la mayoría de los soldados optaron por hacer el camino hasta México a pie. Parece que estos llegaron a tierras mexicanas, pero no se sabe si llegaron todos y en qué fechas.

La lancha navegó hacia el sur siguiendo con su trabajo de reconocimiento, a pesar del hacinamiento en la misma. Probablemente por reconocer las Islas Farallon y a causa de la niebla, no detectaron la entrada a la Bahía de San Francisco. Siguieron hacia el sur y cartografiaron las bahías de Monterrey, San Luis Obispo y San Pedro.

Durante el viaje pasaron muchas penalidades y hambre. Gracias a un gran pez que encontraron (probablemente un cetáceo) en la isla de San Martín (Baja California Norte) pudieron alimentarse y proseguir viaje hasta que el 17 de enero de 1596 llegaron al puerto de Chacala, después de navegar cerca de 2000 millas en una embarcación sin cubierta.

Sin duda fue una gran gesta marítima que habla muy bien de las cualidades de Sebastião Rodrigues Soromenho como marino y conductor de hombres.

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Los documentos que este viaje proporcionó son: Derrotero y Relasión del descubrimento que hizo Sebastián Rodríguez Cermeño por hordem de Su Magestad dende las Philipinas hasta ysla de Çedros, redactado por el escribano del «San Agustín», Pedro de Lugo, Relación de lo sucidido, en el uiage que yo el capitán Sebastián Rodríguez Cermeno boy a hazer en lo tocante al descubrimiento del cabo Mendozino, redactado por el propio Rodrigues Soromenho, ambos fechados el 24 de abril de 1596 y Testemunhos de como se perdeu a nau San Agustin e Informação sobre a qualidade da terra, redactado por el mismo escribano entre el 30 de noviembre y 9 de diciembre de 1595.

Parece ser que el Virrey no quedó plenamente satisfecho de los resultados del viaje y a partir de entonces, decidió que las futuras exploraciones las realizarían expediciones expresamente preparadas para ello.

Después de lo acontecido, los siguientes Galeones de Manila gobernaron lejos de la costa californiana.

Desconocemos la trayectoria de nuestro hombre después de lo relatado. Sabemos que residió en la Ciudad de México donde, el 11 de febrero de 1602, dictó sus últimas voluntades. Murió en esa ciudad en fecha indeterminada entre la del testamento y el 1 de abril del mismo año.

Algunas fuentes atribuyen a Rodrigues Soromenho el nombre «California», debido a la existencia de una playa del mismo nombre ―donde había habido un horno de cal ―, en las cercanías de su ciudad natal, Sesimbra.

Román Sánchez Morata, 21-01-2018

 

 Joan Perés Hernández

Las corbetas de Malaspina

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Fuentes:

https://www.jstor.org

https://en.wikipedia.org

https://pt.wikipedia.org

https://es.wikipedia.org

https://web.archive.org

https://laamericaespanyola

https://www.nationalgeographic.com.es

https://www.labrujulaverde.com/

https://www.cm-sesimbra.pt

https://www.aenrs.pt

https://books.google.com.mx

Anuario de Estudios Americanos, 63, 1, enero-junio, 157-186, Sevilla (España), 2006