Octavo espasmo
La Desaparición
Lo buscaron con dedales y con mucho cuidado,
con tenedores y esperanza fue perseguido,
le amenazaron con una acción en bolsa,
con sonrisas y jabón fue seducido.
Temblaban pensando poder fracasar
y el castor al fin emocionado
se fue dando saltos sobre su cola
pues la luz del día se estaba agotando.
“¡Allá grita el comosellame!” Exclamó el Campitán.
“Grita como un loco, y si no escuchad.
Agita las manos, mueve la cabeza,
seguro que ya ha encontrado un Snark”
Miraronle extasiados y dijo el Carnicero:
“Las movidas siempre le han gustado”.
Contemplaron al Panadero, su héroe sin nombre
en lo alto de un peñasco cercano.
Erguido y sublime, durante un instante,
al siguiente a un precipicio cayó
enloquecido por las convulsiones de horror.
Esperando escucharon, mas nada se oyó.
Lo primero que oyeron fue: “¡Es un Snaaark!”
Parecía increíble que vieran la luz
Siguió un torrente de risas y hurras
Y la terrible frase “¡Es un Bú..!”
Entonces silencio, algunos creyeron oir
un suspiro débil y errante
parecido a “…juuum”, pero otros juraron
que era sólo la brisa silbante.
Bújumn (foto de E.B.M.)
Hasta entrada la noche buscaron
sin lograr ninguno encontrar
un botón, una marca, una pluma
para saber dónde se encontró al Snark.
En mitad de sus risas y alegría,
en mitad de lo que quería gritar
suave y velozmente desapareció
pues, claro, era un Bújum y no era un Snark.
Dos versiones de la desaparición
Nijar, 29 de enero de 2014
Emilio Bisbal Moya
Ir a "Notas y comentarios"