JOAN PERÉS HERNÁNDEZ

22.11.2012 16:23

 

    Joan (o Joan Josep) Perés (o Parés o Perers) Hernández navegante y explorador mallorquín, más conocido por el nombre castellanizado de Juan (o Juan Joseph) Pérez Hernández, nació en Palma de Mallorca alrededor de 1725. Creció en el sector de la Ribera del barrio de la Platja de Palma, la parte más marinera de la ciudad mallorquina.

    Se sabe muy poco de sus primeros años de vida. Ingresó en la Marina en 1750. Durante once años, sirvió como piloto en la ruta del galeón de Manila (o galeón de Acapulco o Nao de la China). 

    Parece ser que también efectuó algunos viajes a Cantón y en 1757 fijó su residencia en Manila.

    En 1768 se le asignó al departamento marítimo de San Blas, en la costa mexicana del Pacífico.

   En enero o febrero del año siguiente zarpó desde La Paz (algunas fuentes señalan San Lucas como punto de salida), al mando del San Antonio, en apoyo de la expedición terrestre de Gaspar de Portolà i Rovira a la Alta California. Previa recalada y reconocimiento de las islas del Canal de Santa Bárbara, el 11 de abril llegó a la bahía de San Diego (descubierto por Juan Rodríguez Cabrillo en 1542) y mientras esperaban al grueso de la expedición, escogió y preparó un emplazamiento para la construcción de una misión.

   A principios de julio, llegó el otro buque de apoyo ─el San Carlos─ y la partida terrestre. La construcción de la misión se aceleró y nuestro hombre trabó amistad con los monjes franciscanos, también mallorquines, Fray Juníper Serra i Ferrer y Joan Crespí Fiol.

    Gaspar de Portolà despachó al San Antonio para San Blas para llevar a los enfermos de vuelta y para conseguir suministros y hombres de refresco -el San Carlos se hallaba prácticamente sin tripulación-. En marzo de 1970, Joan Perés estaba de vuelta con hombres y provisiones.

    Terminada la construcción de la misión de San Diego de Alcalá, el San Antonio, con Fray Juníper a bordo, zarpó en demanda de la bahía de Monterrey.

   La expedición terrestre, encabezada por Gaspar de Portolà con el otro franciscano, el capitán Pere Fagés i Beleta, 12 voluntarios catalanes, 7 soldados españoles y 5 nativos de la Baja California, llegó a Monterrey el 24 de mayo. Todos los expedicionarios y marineros emprendieron la construcción de la misión de San Carlos Borromeo de Carmelo y el presidio de Monterrey.

    Una vez cumplidos los objetivos de la expedición, dejando la plaza al mando de Pere Fagés, Gaspar de Portolà embarcó en el San Antonio y regresó a San Blas a donde llegó, tras una rápida travesía de sólo 20 días, el primero de agosto de 1770.

   El Rey Carlos III lo ascendió a alférez de fragata y el Virrey lo recompensó con 300 pesos de gratificación.

   En enero de 1771 volvió a zarpar, con pertrechos para las misiones, a bordo del San Antonio. Desembarco las provisiones y 10 franciscanos en San Diego y prosiguió viaje hasta Monterrey. Allí, Joan Parés fue recibido por sus amigos Juníper Serra y Pere Fagés, comandante del presidio.

  En 1772 el capitán mallorquín efectuó otro viaje de aprovisionamiento a San Diego y Monterrey. Al año siguiente, esta vez a bordo del San Carlos, zarpó de nuevo para llevar suministros a las misiones del norte, pero esta vez la rotura del timón y otras averías le impidieron llegar más allá de la misión de Loreto en la baja California. De vuelta a San Blas (25-08-1773) el Virrey le encargó una nueva misión.

   Los informes de la diplomacia española decían que los rusos se habían establecido en la costa norte de Nueva Galicia (la tierra comprendida entre California y Alaska); El Virrey Antonio de Bucareli encargó comprobar esta afirmación a Joan Perés, tomar posesión de las nuevas tierras que se descubrieran y establecer relaciones amistosas con los nativos de esas tierras.

El Virrey Antonio Mª de Bucareli

    El 25 de enero de 1774 zarpa bordo de la corbeta (algunas fuentes dicen fragata) de tres mástiles Santiago ―construida en San Blas, 225 toneladas y 86 tripulantes― con José Esteban (o Esteban José) Martínez como segundo. Antes de emprender la misión que le había sido encomendada, la fragata hizo escala, primero en San Diego para desembarcar al padre Juníper Serra y efectuar reparaciones en el casco y en la arboladura; y después en Monterrey para recoger a su amigo Fray Joan Crespí y al también franciscano Tomás de la Peña Saravia. A finales de mayo o principios de junio, zarpó de este último puerto hacia el norte.

    Después de 30 días de lluvia y niebla, el 15 de julio recaló en la actual frontera entre Canadá y Alaska y al día siguiente lo hizo en el extremo noroeste de las islas ―avistadas por primera vez por ojos europeos― de Haida Gwaii (Queen Charlotte Islands). Allí tuvieron un primer contacto con los Haida a bordo de sus canoas, intercambiando pieles por ropa, abalorios y monedas de cobre.

    El 30 de julio alcanzó los 55º 30’ de latitud norte, pero el mal tiempo y el escorbuto que afectaba a buena parte de la tripulación le hicieron arrumbar hacia el sur.

    El 6 (algunas fuentes dicen el 8) de agosto descubren Nootka Sound (en la isla de Vancouver) que Joan Perés bautiza como Surgidero de San Lorenzo.

    Frente al surgidero, traban conocimiento con los nativos del lugar e intercambian objetos (4 años más tarde el capitán Cook compra dos cucharillas de plata española que uno de los nativos llevaba colgadas del cuello).

   Después de rebasar el estrecho de Juan de Fuca, bautiza el actual Mount Olympus del estado de Washington como Cerro Nevado de Santa Rosalía.

   El 24 de agosto llegan a Monterrey donde desembarcan los franciscanos y permanecen un tiempo para recuperar a la tripulación afectada de escorbuto. En noviembre rinde viaje en San Blas.

   Perés escribió un relato del viaje titulado Extracto del Diario de la Corbeta del rey nombrada Santiago, en su viaje desde el puerto de San Blas de California 1774 al reconocimiento de la costa hasta los 55 grados norte.

   Al año siguiente ―1775―, el Virrey Bucareli organizó otra expedición para reconocer mejor las tierras descubiertas, llegar hasta los 65º de latitud norte, tomar posesión de todas las tierras descubiertas y cartografiar la costa desde Monterrey hacia el norte. El mando de la expedición se adjudicó al vasco Bruno de Heceta y a nuestro protagonista se le adjudicó el puesto de piloto y segundo comandante de la flota.

    La expedición estaba compuesta por 3 barcos ―SantiagoSan Carlos y Sonora―, 160 hombres (mexicanos la mayoría) y provisiones para un año.

    El 16 o el 17 de marzo se hizo a la mar la flotilla. A los tres días de navegación el capitán del San Carlos, Miguel Manrique supuestamente enloqueció y Bruno de Heceta lo sustituyó por Joan Perés con órdenes de volver a San Blas para desembarcar al enfermo y después alcanzar al resto de la flotilla.

    Después de dejar en San Blas al antiguo capitán, el San Carlos se dirigió hacia el norte. Hizo escala en Monterrey y posteriormente, a la altura de San Francisco, en vista de que no habían dado alcance a los otros dos barcos, nuestro hombre decidió proceder a la realización del trabajo cartográfico encomendado y se dirigió hacia la citada bahía de San Francisco.

    A mediados de setiembre, enfermo de escorbuto, como la mayoría de la tripulación, procedió a Monterrey donde permanecieron cerca de dos meses recuperándose. A los dos días de zarpar hacia San Blas, el 2 o el 3 de noviembre de 1775, Joan Josep Parés murió en alta mar como consecuencia de la enfermedad.

    Nuestro hombre también escribió un diario de este viaje, que se encuentra en el Museo naval de Madrid y al que le faltan algunas páginas.

    Joan Parés o Perés fue el descubridor de las costas de los actuales estados de British Columbia (Canadá) y Washington y Oregon (EE.UU.); también fue un excelente hidrógrafo que cartografió los puertos de San Diego, Monterrey, San Francisco y parte de la costa del Pacífico desde San Diego hasta Vancouver.

    El rey Carlos III de España lo ascendió, a título póstumo, a teniente de fragata. Este gran navegante y explorador, típico ejemplo de los hombres que dio el siglo del despotismo ilustrado, ha sido, en general, injustamente tratado u olvidado por los historiadores españoles y mexicanos.

    En 1999, con motivo del 225 aniversario del descubrimiento del archipiélago de la Reina Carlota, la Royal Canadian Mint acuñó un dólar de plata conmemorativo.

    En su honor, uno de los entrantes de la costa oriental de la isla Moresby (del grupo Queen Charlotte islands), fue bautizado como Juan Perez Sound.

    R.S.M. 22-11-2012

        Ver también el artículo "Descubriendo a Joan Peréz"

Sebastián Rodríguez Cermeño

Fuentes:

https://www.moutchabay.com

https://www.google.com.mx

https://www.davidrumsey.com

https://nootkasoundfish.com

https://www.goldriver.ca

https://www.cicese.mx

Junípero Serra y las Misiones de California. Francisco Palou 1787

https://es.wikipedia.org

https://www.mcnbiografias.com

https://www.travel-vancouver-island.com

https://www.enciclopedia.cat

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https://earthobservatory.nasa.gov/