Apuntes de una travesía en solitario, o “como navegar con poco dinero ” -3- De Buenos Aires a La Estaca (El Hierro).
III
ATLÁNTICO SUR
En mar abierto. Cuaderno de Bitácora.
5 de abril de 1.989.
A mediodía tenemos el barco a son de mar y pertrechado con abundantes víveres, 115 litros de agua, 43 litros de gasoil y mucha excitación.
A las 12.35 hora local ¡Por fin zarpamos!
A la una de la tarde, ya en el Río de La Plata, “Orixá” —velero de 21 pies de eslora propiedad de Claudio— nos sale al encuentro llevando a su hermano, a Eduardo, “Piernas” y otros amigos. Maniobramos para pasar cerca y nos alcanzan una botella de vino, un encendedor y sus mejores deseos. Como nos hemos salido del canal embarrancamos, pero Claudio es un experto en estos lances y conseguimos zafarnos rápidamente.
Poco después de las tres de la tarde paramos el motor y bajo un agradable solecito, navegamos arrumbados al 121 a una velocidad de tres nudos con viento flojo del Este.
Al anochecer vemos las luces de la refinería de La Plata, hace fresco.
Cuando son las 9 de la noche cambiamos de bordo gobernando al 041.
Para facilitar las observaciones astronómicas, prefiero llevar hora GMT a bordo si la diferencia con la hora legal no es exagerada. Así, a las 22.00 adelanto la hora de a bordo 2 horas, siendo en ese momento las 24.00 TU o GMT.
6 de abril.-
Seguimos toda la noche en el mismo bordo.
A las cinco de la madrugada estamos frente a Colonia Sacramento en la ribera uruguaya. Como por aquí hay muchos faros, me sitúo muy a menudo, pero algo anda mal, las situaciones no me parecen fiables, parece como si el compás tuviera un error exagerado. Después de pensarlo mucho, recuerdo las latas que estibamos en el armario a proa del compás... Efectivamente, Claudio saca de golpe las latas mientras yo observo la aguja y el rumbo cambia cerca de 22 grados.
A las seis cambiamos de bordo, ahora hacia la ribera argentina gobernando a rumbos entre 138º y 145º y velocidades cercanas a los tres nudos con todo el trapo arriba.
A media mañana el viento flojo del ESE arrecia progresivamente. Tomamos un rizo a la mayor, arriamos la génova e izamos en su lugar el foque. Agua abundante en la sentina que achicamos con la bomba manual, aunque con la escora se nos moja el piso. Como sigue arreciando, el viaje será largo y hay que hacer la comida, decidimos tomárnoslo con calma. Estrenamos el Tormentín y tomamos otro rizo a la mayor e inmediatamente la vida recupera la comodidad, hacemos menos agua y ¡maravilla! el barco se gobierna solo —de ceñida— con la caña libre.
Después de comer cambiamos al bordo malo —030—. Hasta el momento hemos navegado 63 millas. Por la tarde el viento amaina y largamos un rizo, seguimos voltejeando con sol.
Al anochecer sopla ESE flojo. Después de 32 horas de navegación las cosas se mantienen razonablemente secas.
7 de abril.
01 horas. Viento del E fuerza 4, presión atmosférica 1013 mb. Cielo nuboso.
04 horas. Viento del E¼NE 5, nuboso, rumbo —siempre verdadero— 115º, velocidad 5 nudos después de tomar un rizo a la mayor. Súbitamente y con estrepito, el tambor del molinete para tomar rizos con la manivela puesta y el tornillo responsable del desaguisado caen sobre cubierta. Tenemos fortuna y conseguimos rescatarlo todo antes de que caiga al agua.
09. Amanece. Se puede decir que ya estamos en el Atlántico Sur. El viento sigue franqueando (rolando a la buena), con lo que podemos hacer mejor rumbo, ciñendo con mayor holgura. Tendencia a amainar.
Estoy contento de navegar por este mar bello con el horizonte vacío e inacabable. Al mismo tiempo, soy consciente de nuestra extrema pequeñez y del abandono a nuestras propias fuerzas. Sensaciones que te hacen sentir especialmente vivo.
10. Largamos un rizo. Gobernamos al 085º. Hacemos menos agua. El cielo con nubes y claros. Barómetro subiendo.
1549. Situación a la hora del paso del sol por el meridiano del lugar: l 35º 40',1 S y Longitud 55º 48' W. Singladura de 98 millas y distancia total 161 millas.
Ha quedado un día fantástico. Mucho sol. Finisterre es un tendedero flotante de ropa. Navegamos con mayor en el primer rizo y foque.
Por la tarde pica un pez en el curricán que remolcamos. Cuando lo tenemos muy cerca se zafa. ¡Gran chasco!
El viento se escasea. Nos tomamos hierba mate mientras navegamos plácidamente. Más tarde disfrutamos de una excelente cena regada generosamente con buen vino argentino.
Hasta el momento las cosas son satisfactorias excepto la excesiva humedad existente en el interior, lo que no deja de ser normal al ceñir con un barco pequeño. Las conejeras no son utilizables ciñendo o con lluvia. Al abrir el tambucho para entrar o salir, aunque lo hagas rápidamente, penetra siempre algún roción y moja las colchonetas. Además, siempre existen aquellas filtraciones —en las guías del tambucho, en la unión del último cuartel y el tambucho, en algún portillo que no ajusta, etc.— que aciertan a deslizarse por el techo y caer justamente encima de uno. Estoy arrepentido de no haber instalado unas balanceras en las literas/sofá de la camareta.
Opina sabiamente Claudio, que para la navegación oceánica es indispensable disponer de un “chubasquero”, quita vientos, capota o como quiera que se llame, que proteja la entrada de rociones y permita mantener abierto el tambucho. Yo me atrevería a decir que el artilugio es conveniente para cualquier clase de navegación en que predominen los rumbos de ceñida, que es lo mismo que decir “todas”, porque como bien saben los navegantes a vela, basta que uno decida dirigirse a un punto determinado, para que el viento, en un porcentaje elevadísimo de veces, sople de, precisamente, esa dirección.
8 de abril.
01. Rumbo verdadero 084º. Velocidad 5,8 nudos. Viento NE fuerza 3. Presión 1011 mb. Despejado. Corrección total -6. Navegamos de ceñida con mayor en el 2º rizo y foque.
Al terminar mi guardia —0200— me voy disparado a dormir. Esta es la tercera noche en la mar y el cuerpo empieza a acomodarse a los nuevos horarios. Por la noche hacemos guardias de tres horas. Si el tiempo se pone mal, haremos guardias de sólo dos horas, para no fatigarnos. La presión sigue descendiendo.
06. Rv 080º. V 6. NE 4/5. Rociones. Agua en la sentina.
12. Rv 064º. V 3. NNE 2. Nuboso. Pasa un frente cerca, por la proa. El viento tiende a rolar al Norte. ¿Y el Sol qué?
1535. Situación a la hora meridiana: l 35º 39',9 S y L 53º 41',8 W singladura 112 m.
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Criterios utilizados en las anotaciones al CUADERNO DE BITÁCORA
HORARIO.- La hora utilizada en todas las anotaciones (si no se dice lo contrario) es la hora civil de Greenwich (HcG) o Tiempo Universal (U.T.) o GMT, que todo es lo mismo. Normalmente con cuatro cifras, las dos primeras (de 00 a 24) indican la hora y las dos siguientes (de 00 a 60) los minutos. Si sólo hay dos cifras, obviamente indican la hora.
RUMBO.- El rumbo (Si no se indica lo contrario) es el verdadero, anotado con tres cifras, de 001 a 360 grados. El rumbo es el promedio, ya que el barco efectúa guiñadas más o menos importantes dependiendo de las circunstancias. En períodos cortos de tiempo en los que se ha navegado a distintos rumbos, se toma también el promedio, siempre verdadero (Rv = Ra + CT).
VELOCIDAD.- La velocidad se anota en nudos y décimas de nudo, cuando viene al caso (1 nudo = 1 milla por hora. 1 milla = 1.852 metros). La velocidad es estimada, aunque según la velocidad resultante entre cálculos, se aproxima mucho a la realidad.
VIENTO.- El rumbo del viento que se anota es el viento aparente o relativo, es decir aquel que percibimos a bordo, resultante de la dirección y velocidad del viento verdadero y el rumbo y velocidad del barco. El rumbo o dirección del viento se anota según el sistema de cuarteo de la rosa (recordemos que se indica la dirección desde donde sopla el viento). La velocidad o fuerza del viento es estimada, de modo que hay que tomarla con reservas pues es difícil apreciar con exactitud la fuerza del viento desde la cubierta de un velero. En general pienso que se tiende a exagerar algo, pero por otra parte el viento a 10 metros por encima del nivel del mar es un punto más alto que el que se experimenta al mismo nivel. Se anota con una cifra según la escala Beaufort.
ESCALA BEAUFORT
Grado |
Nombre |
Velocidad en nudos |
Efecto en la mar |
0 |
CALMA |
0 - 2 |
La mar está como un espejo. |
1 |
VENTOLINA |
3 - 5 |
Rizada. |
2 |
FLOJITO |
6 - 8 |
Olas pequeñas. |
3 |
FLOJO |
9 - 12 |
Olas algo mayores, algún borreguillo. |
4 |
BONANCIBLE |
13 - 16 |
Olas mayores, más borreguillos. |
5 |
FRESQUITO |
17 - 21 |
Olas moderadas, muchos borreguillos, algún roción. |
6 |
FRESCO |
22 - 26 |
Comienzan a formarse olas grandes, aumentan los rociones. |
7 |
FRESCACHÓN |
27 - 31 |
La mar engruesa, las crestas de espuma empiezan a disgregarse. |
8 |
TEMPORAL |
32 - 37 |
La espuma es arrastrada en nubes blancas. |
9 |
TEMPORAL FUERTE |
38 - 43 |
Olas gruesas, los rociones dificultan la visibilidad. |
10 |
TEMPORAL DURO |
44 - 50 |
Olas muy gruesas, grandes masas de espuma arrastradas por el viento, la mar ruge. |
11 |
TEMPORAL MUY DURO |
51 - 57 |
La mar esta arbolada y completamente cubierta de bancos de espuma blanca. |
12
|
TEMPORAL HURACANADO |
más de 58 |
La mar es enorme y completamente blanca, visibilidad nula. |
ESTADO DE LA MAR.- Desde la cubierta de un pequeño velero es muy difícil calcular la verdadera altura de las olas. Cuando se zarpa después de muchos días en puerto, las olas nos parecen mayores de lo que realmente son, pero con el paso de los días éstas irán adquiriendo su verdadera dimensión. Para acercarnos más a la realidad, es conveniente rebajar un grado en la escala, especialmente con mal tiempo. Se anota según el nombre indicado en la escala de Douglas.
ESCALA DE DOUGLAS
Grado |
Nombre |
Altura de las olas |
0 |
CALMA |
0 |
1 |
LLANA |
0 -0,3 |
2 |
RIZADA |
0,3 -0,8 |
3 |
MAREJADILLA |
0,8 - 2 |
4 |
MAREJADA |
2 - 3 |
5 |
FUERTE MAREJADA |
3 - 4 |
6 |
GRUESA |
4 - 6 |
7 |
MUY GRUESA |
5 - 8 |
8 |
ARBOLADA |
7 - 10 |
9 |
MONTAÑOSA |
9 - 12 |
10 |
ENORME o CONFUSA |
más de 12 |
PRESIÓN ATMOSFÉRICA.- Según el barómetro de a bordo, se anota con cuatro cifras en milibares (recordemos que la presión normal a nivel del mar es de 1013 milibares, equivalentes a 760 milímetros o 29,92 pulgadas).
ESTADO DEL TIEMPO.- Tiempo atmosférico se entiende. No requiere mayor explicación.
CORRIENTE.- Recordemos que la dirección de la corriente se indica hacia donde fluye (al contrario del viento).
El Cuaderno de Bitácora original está dividido en casillas para anotar los distintos parámetros. Se comprenderá mejor con el ejemplo siguiente:
H GMT |
Rv |
V |
Dirección del viento |
Fuerza del viento |
Estado de la mar |
Presión |
Tiempo atmosférico |
Acaecimientos y observaciones |
0800 |
63 |
6 |
S E ¼ S |
6 |
GRUESA |
1007 |
NUBOSO |
Al través amurados a estribor, las gaviotas siguen nuestra estela |
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Por la tarde sufrimos cerca de tres horas de calma. Arrancamos el motor para cargar baterías y, de paso, hacer un poco de camino. Después de una hora no sé si las baterías estarán cargadas, pero nuestros oídos sí que lo están, así que detenemos el motor y en la paz subsiguiente nos tomamos unos “mates”, de los que Claudio —como buen argentino— es un fanático. Por mi parte, me estoy aficionando rápidamente.
21. Rv 084. V 2. NE 1. La presión atmosférica sigue bajando. Nubes y claros.
Poco antes de cenar, cambiamos de bordo. Ahora arrumbamos al 354º. El Ocean Passages for the World recomienda para la travesía del Río de La Plata a Europa: Desde mayo hasta septiembre proceder directamente hasta Cabo Frío. Desde octubre hasta abril mantenerse al Este más allá de 30º W y entonces hacia el Norte en y a través de los alisios del SE. Estas instrucciones son para grandes veleros que no remontan bien el viento y, además, estamos acercándonos a mayo. Por otra parte estamos a más de 70 millas de la costa, resguardo más que suficiente para navegar con tranquilidad. De modo que decido proceder lo más directamente posible a Cabo Frío.
Después de disfrutar de una hermosa puesta de sol con luna mora en la parte opuesta del horizonte, comienzo a preparar la cena —Claudio hace las comidas— como todos los días. Solemos comer alrededor de las 14 horas y cenar sobre las 22 horas.
9 de abril
A las tres de la madrugada arrecia. El barómetro señala 1006 mb. Tiempo tormentoso. Tomamos un rizo. Gobernamos al 079º a una velocidad de más de cinco nudos.
05. Tormenta eléctrica impresionante. Vemos Fuego de Santelmo en el tope del mástil. Claudio queda bastante impresionado ya que es la primera vez que lo observa. La verdad es que el aparato eléctrico es espectacular, aunque estoy tranquilo pues en Buenos Aires instalamos un cable de cobre entre el estay popel y el agua para que el mástil y la jarcia firme hagan las veces de pararrayos.
07. Sigue arreciando. Tomamos otro rizo a la mayor y aparejamos el tormentín en proa.
0730. Amaina, pero prosigue la tormenta eléctrica y llueve copiosamente. Enciendo la luz blanca de tope, dejo el barco gobernándose con la caña amarrada y ambos nos vamos a dormir.
A media mañana sigue lloviendo, pero ahora con menos relámpagos. Arriamos el tormentín e izamos el foque. Claudio, haciendo gala de su ascendencia italiana, ha cocinado unos excelentes espagueti —fideos en Argentina— que devoramos en un santiamén debidamente acompañados por una botella de Cavernet Sauvignon. Debo señalar que el vino y el tabaco son los únicos vicios que nos permitimos en navegación. Las comidas son acontecimientos relevantes en la vida de a bordo, por ello tratamos de esmerarnos y no repetirnos.
15. Largamos dos rizos y conseguimos una velocidad de 5 nudos con viento bonancible del SW. Lluvia intermitente con claros ocasionales. El barómetro permanece estacionario con ligera tendencia a bajar.
1534. Latitud por altura meridiana 35º 02',1 S y longitud estimada —no hubo sol por la mañana— 52º 56' W. Singladura 56 millas.
16. El viento está muy muy rolón. Lluvia. Parece que la presión atmosférica ha tocado fondo en 1005 mb.
El viento sigue muy variable, en dirección e intensidad, durante toda la tarde.
Al anochecer estamos encalmados y sigue lloviendo. El barómetro permanece inalterable. Probablemente estemos situados cerca del centro de una pequeña depresión. Me temo que lo peor esté por llegar.
© Román Sánchez Morata 1998-2001-2013