Artículos por entregas
10.-
12-04-1988, 19:00 horas
Hola corazón: Eolo me oyó, así que nos estamos comiendo calmas y tormentas por un tubo, ¡llevamos ya 28 horas de motor!, pero no me quejo; por el contrario nos estamos resarciendo de duchas de agua dulce fresquitas (el mar está mucho más caliente que la lluvia) y hemos recogido 50 litros de agua de lluvia para los tanques. Gracias al motor hemos conseguido una singladura de 130 millas.
Esta mañana ha lucido el sol cerca de cuatro horas secando todo lo que estaba mojado. Al no haber nada de viento en cubierta te ahogabas y dentro, con el motor en marcha, casi peor; así que cubos y cubos de agua de mar y en un minuto volvías a estar seco. Pero todo tiene su lado bueno, hemos podido observar el sol por la mañana y a la hora meridiana de modo que hemos conseguido una buena situación que nos coloca a 00º50’ N. Ya hemos sobrepasado los Penedos de San Pedro y San Pablo y ¡esta noche (+/- a las 10) vamos a cruzar el Ecuador! ¡Tachan! Mi amigo Albert —el que vino a visitarme con su mujer y dos niños al barco, cuando tú lo alegrabas con tu presencia— me regaló un botellón de dos litros de Rioja de calidad para que lo bebamos al paso del Ecuador. Otro amigo me regaló una botella de cava para la ocasión, o sea que nos vamos a poner a gusto. Arriaremos (bajaremos) todas las velas por si nos pilla un chubasco violento durante la celebración y cocinaremos una cena especial.
Mañana seguro que volvemos a tener viento; esta tarde parecía que había entrado el SE, consiguiendo navegar una hora a vela con el motor parado (¡que descanso!), pero no, el viento volvió a caer.
Inmediatamente después de comer ha entrado un chubasco tan violento como ayer, pero con más viento todavía (rachas de 60 nudos +/- 110 Kms/hora), suerte que lo hemos olido y hemos tomado un rizo rapidísimo a la mayor y arriado el génova. Sólo con media mayor andábamos 6/7 nudos, a un largo, por que al través que era lo que nos convenía, ¡metíamos la cubierta en el agua! Durante el chubasco la visibilidad se reduce a 100 o 200 metros y parece que estás en otro mar, otro lugar, otro mundo por el cambio tan radical. Me gusta.
Hoy también hemos cubierto ya la mitad de la distancia hasta nuestro destino, otra cosa más a celebrar.
Para que mi felicidad fuese completa: ¡Tachan! De repente aparece un helicóptero de unas nubes y mediante un cable con barquilla tú desciendes como una aparición, ¿Te imaginas? Lástima que estas cosas sólo pasan en el cine. Para compensar esta noche te enviaré un mensaje telepático súper-potente que seguro recibes. Besos, besotes, besitos y besarotes.
Román
PD. Después de celebrar consejo hemos decidido que no vamos a ir de héroes por la vida y que en lugar de “comernos” 4 o 5 días de calmas a vela, pues ponemos el motor y todo eso que nos ahorramos (o casi todo).
PD. PD. Te había prometido unas nociones de astronomía, pero aunque sencillo, tendría que llenar unas cuantas páginas y mejor te ahorro todo ese rollo ¿no?
PD.PD.PD. Eres la mas guapa e inteligente de todas y yo tan lejos… Entre tanto “buitre” que te debe rondar ¡escoge bien, que no te hieran!
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9.-
En la mar, 11 de abril.
Hola encanto: ¿Todo bien? Eso deseo.
Nosotros un poco mojados, pero contentos. Singladura de hoy: 98 millas. Parece que ya estamos en las calmas. Los alisios del NE aguantaron hasta las dos de la tarde, después de una mañana gris con lluvias intermitentes. A esa hora se acabó el viento y veinticinco minutos después la ZONA INTERTROPICAL DE CONVERGENCIA —ZIC— nos dio la bienvenida con un aguacero tropical intensísimo. Parecía el diluvio universal, verdaderas cortinas de agua que dejaron el barco limpio por fuera y mojado por dentro ya que tras muchos días sin rociones ni lluvias, las goteras han hecho su agosto, pero nos hemos dado una larguísima ducha de agua de lluvia en cubierta que nos ha quitado la sal de los últimos 45 días (desde Mogán que no habíamos probado el agua dulce, en el cuerpo claro), una maravilla. Nos ha dado el tiempo justo para arriar el génova, ya que con el agua también ha llegado viento racheado de todas las direcciones.
Después del chubasco hemos quitado el freno al eje, hemos arrancado el motor, hemos conectado el piloto automático y nos hemos regalado una suculenta comida a base de atún con xanfaina regado con una botella de vino (empieza a escasear).
Al acabar de comer el viento se ha estabilizado del SE y flojito con una lluvia tenue. ¿Serán acaso los alisios del SE? Hemos izado el génova pesado, pero hemos mantenido el motor un buen rato para asegurarnos el paso de las rocas de las que te hablé, mañana con luz diurna. En fin, hemos tenido muchísima suerte ya que los alisios del NE nos han durado hasta los 2º 30’ de latitud norte y parece que (no lo diré muy alto, no sea que Eolo me oiga y se enfade) ya entraron los alisios del SE, o sea que de calmas nada o casi nada, tan preocupados que estábamos…
En un claro hemos podido observar el sol y determinar la longitud que era lo importante por lo de los Penedos. La latitud la hemos estimado, pues el sol no se ha vuelto a dejar ver.
Después de una semana entera y 814 millas hemos quitado el tangón con pena —Tangón: palo horizontal que abre el génova con el viento por la popa—, pero está bien el cambio, da vidilla.
Empieza a dolerme la cabeza del ruido del motor, pero sea en aras de la seguridad, normalmente sólo lo ponemos al ralentí media o una hora para cargar baterías cada día y la verdad es que resuena cosa mala.
Bueno querida, te dejo, voy a relevar a Nacho en el timón. Besotes.
Román
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8.-
En la mar (04º N – 27º W) a 10 de abril, por la tarde.
HOLA CIELITO: Lo sabía, te lo decía ayer: Hemos pescado un hermoso atún listado que, una vez limpio, ha proporcionado cerca de dos kilogramos de filetes ¡por fin proteínas frescas! Nos vamos a poner morados esta noche y mañana al mediodía; el resto lo haremos en conserva de aceite (probaremos vaya, pues nunca lo hicimos antes).
La singladura de hoy ha mejorado, 112 millas; increíble, eso que ya estamos cerquita de las calmas, los signos son claros: cielo cubierto todo el día, algún chubasco y presión atmosférica descendiendo. Una verdadera ganga ya que seguimos avanzando a buen paso y ya estamos cerca del paralelo 3º Norte, o sea que más tarde, cuando hayamos pasado la zona de las calmas y entren los alisios del SE, estaremos cerquita del Ecuador y nos ahorraremos unos cientos de millas de ceñida (se suponía que, por la fecha, ya deberíamos estar en plenas calmas); además tengo la intuición de que vamos a tener suerte y las vamos a pasar rápido, que la franja de calmas será estrecha, vaya.
Me temo que soy un pesado con tanto escribir sobre el mar, el tiempo atmosférico, las calmas, el barco, etc., pero ahora por ahora es todo mi mundo, no tengo otras cosas que contar y me apetece hacerlo... Te vas a convertir en una experta en teoría de navegación. Y sigo —¡que pesado!—, hoy no hemos podido observar el sol a su paso por el meridiano, pero en unos pequeños claros he tomado un par de alturas que tendrán que servir. Me temo que a partir de ahora, a causa del cielo cubierto será difícil observar los astros y la navegación será un poco a ciegas, sólo con la estima (rumbo y velocidad). La cuestión no tendría mayor importancia sino fuera por que vamos a pasar relativamente cerca de unos islotes bajos, deshabitados y sin faro, los Penedos de San Pablo y San Pedro, situados a 600 millas de la costa americana. En esta zona fluye una fuerte corriente hacia el oeste, la Corriente Ecuatorial. Esta corriente te puede desplazar hacia el oeste 50 millas en 24 horas y no teniendo buenas situaciones... El mar es muy grande y los islotes muy pequeños, pero el riesgo existe. Afortunadamente, parece que pasaremos por su latitud de día, con lo que el peligro desaparece; ya veremos, pero estoy en guardia. ¡Vaya rollo! Cielos, perdóname y se comprensiva, es que me gusta lo que hago y quiero hacerlo bien.
Acabo de mirarlo, si fuéramos en línea recta, sólo nos quedarían 920 millas hasta Maceió, que en términos reales vendrán a ser 1100 millas. O sea que con un poquito de suerte, en diez días más estaremos allí. Ya han transcurrido casi siete desde que salimos y la verdad es que estoy encantado. Definitivamente es esto lo que de verdad me gusta, travesías largas, de cinco días en adelante. En el Mediterráneo cuando empiezas a adaptarte a la vida en la mar, ¡ya has llegado! Además de la tensión a que estás sometido por el tráfico de barcos y la navegación cercana a la costa. En verdad lo peligroso del mar para los barcos pequeños es la costa y los mercantes, no el mal tiempo. Este puede ser muy duro, pero difícilmente peligroso si se cumple la regla de oro: “Un buen barco, bien preparado con una buena tripulación puede afrontar el tiempo que sea sin peligro serio”, y yo añadiría: Más una buena dosis de humildad y prudencia, aunque eso se le supone a una buena tripulación.
¡Vaya rollo!, pero es que estoy embalado, no puedo parar, al final esta carta será casi un libro, así que frenaré el carro y lo dejaré por el momento. Luego o mañana te explicaré someramente las bases de la navegación astronómica, por que tanto hablar de alturas meridianas, declinaciones, etc., estarás intrigada ¿no? Sabes, cuando algo me apasiona me olvido que a otros puede no interesarles el tema o incluso aburrirles. Espero que algo de lo que te cuento te interese, si no, la papelera será el probable destino de estas cuartillas. Pero sé buena chica y guárdalas, me gustaría leer mis lucubraciones con la perspectiva que da el tiempo. ¿Lo harás por mi, cielito?
Bueno “Tocinito del cielo”—TOCINITO por lo de tus pestañas, DEL CIELO, por que lo eres y TODO JUNTO por tu dulzura—, cuídate mucho y ¡cuidado con los buitraquers! Besos y de todo.
Román
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7.-
9-04-88, de noche en el Atlántico Norte
Hola de nuevo paciente amiga, mi querida y sufrida lectora:
Se me hace la boca agua, esta tarde después de escribirte estaba en cubierta con los curricanes y he visto durante varios minutos un hermosísimo dorado (llampuga), cerquita, casi al alcance de la mano. Precioso con las aletas laterales de azul intenso, la cola anaranjada, el cuerpo dorado/cobrizo de medio metro de longitud. Que pena pescar tanta belleza, pero necesitamos proteínas frescas. Ahora mismo he salido a cubierta y con la luz que sale de los portillos he visto otros tres, por momentos rozando el barco. Mañana vamos a fabricar un arpón; estamos los tres salivando intensamente de pensar en la comida que nos vamos a dar cuando por fin pesquemos uno. Tengo la corazonada que mañana pescaremos uno —al no poder controlar las líneas de noche, las retiro—, además todo mi esfuerzo y empeño merece un premio, ¿no crees?
Como puedes ver, de repente me he dado cuenta de mi desastrosa letra al escribir de corrido y me estoy esforzando en hacerlo mejor, aunque me lleve más tiempo, justamente soy rico en tiempo libre. También voy a tener que aprovechar más el papel, la libreta está menguando a ojos vista y ¡pienso escribirte mucho más!
Nacho acaba de hacer palomitas de maíz para que se nos olviden los dorados. Están riquísimas, pero claro no es lo mismo, aunque el que no se conforma es por que no quiere ¿no?
Este cuaderno lo uso también del revés para los cálculos astronómicos, así que cuando los estoy haciendo inevitablemente pienso en ti. Ya ves, eres omnipresente.
Hoy tengo ganas de escribir, de escribirte. Recuerdo un día hace muchos años (creo que fue en el 84) que viniste con Leo a navegar en mi primer barco, el Daina un Coronado 25, chiquito, pero valiente. Llevabas un biquini con un gato estampado encima del pubis, estabas terriblemente seductora. Además creo recordar que algo había cambiado en ti. ¿Acaso el peinado? Creo que ahora tu belleza es más serena y hay otra luz en tus ojos. Recuerdo también otro día (¿en el 86?) que te encontramos Romi y yo en esa discoteca de moda (¿Up & Down?), que guapísima lucias. Y tantas veces en Pacha... Recuerdos, cuan cálidos los de los últimos días del 87 y especialmente el nuevo año, recuerdos que evoco con placer y cariño. Bueno, ya está bien de nostalgias.
Somos como un caracol con la casa a cuestas (buen rollo lo de caracol/barco), pero somos un caracol marino bastante veloz.
Estoy en paz con el mundo, con todo, conmigo mismo. Gracias Mar, gracias Jacqueline. Muchos, muchos besos.
Román
Imagen: https://i266.photobucket.com
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6.-
Atlántico Norte, +/- 26º W 05º 30’ N - 09-04-88, por la tarde
Hermosa, seductora, inigualable, dulce, deseable y amorosa Jacqueline:
Hoy estoy quejoso ya que la singladura ha sido de 97 millas, sólo un pez volador, mi rodilla vuelve a molestarme, hace mucho calor y no estás aquí. En el fondo me quejo de vicio, ya lo se.
En la guardia de la noche me he aburrido un montón pues el barco iba como una tortuga, a 2 o 2,5 nudos, el timón no exigía atención, estaba medio nublado y con luna mediada decreciendo con lo que apenas se veían estrellas. Ningún barco avistado, ningún pez volador, pero al menos no hacia calor y no había mucha humedad.
Hacemos guardias de dos horas: De 00 a 02, 02 a 04, 04 a 06, 06 a 08, 08 a 10 y 10 a 12. Después doce horas de piloto automático y vuelta a empezar. Hoy me tocaban las subrayadas. Cada día rotamos las guardias, las próximas para mi serán de 00 a 02 y de 06 a 08; cada guardia tiene sus ventajas e inconvenientes. En la primera está bien la segundo mitad por que amanece, la primera mitad es un rollo por que no se ve nada, todavía no ha salido la luna. La segunda está bien la segunda mitad por que es de día, pero todavía no hace calor, la primera mitad es la mejor para los peces voladores. La tercera guardia tiene la ventaja de que puedes dormir dos turnos de cuatro horas y el inconveniente del calor de la segunda mitad. Como ves, lo mejor es ir rotando las guardias que es lo que hacemos. Si hay viento, el barco anda y el tiempo transcurre mucho más rápido.
Comemos a eso de las tres o 3 y media, cenamos entre las 10 y las 10 y media y el desayuno depende de la guardia que tengas; si la primera al levantarse a eso de las 11, si la segunda al término de la guardia a eso de las diez y cuarto y si la tercera antes de entrar a la segunda mitad a eso de las 09:45. El desayuno se lo hace cada uno como es obvio, la comida y la cena la hacemos todos de manera rotativa. Por ejemplo: Hoy yo libro de las dos, mañana me toca comida y ayer me tocó cena.
Las observaciones astronómicas y cálculos los hacemos Nacho y yo a días alternos, por la mañana de 11 a 12 y al paso del sol por el meridiano que hoy será a las 13:50 más o menos. Eventualmente observamos la Polar y Venus al crepúsculo y la luna por la noche si está crecida, pero como cada vez estamos más vagos, últimamente ni eso. Cuando nos acerquemos a tierra ya volveremos a hacerlo.
A parte de todo lo anterior, baldeamos la cubierta con agua de mar dos o tres veces al día y poca cosa más. Comprobar el desgaste de todos los cabos, velas y jarcia, etc. y yo a vueltas con el curricán siempre que puedo. Por cierto, hoy picó un pez aguja creo, pero no nos enteramos y se le desprendió la mandíbula de tanto remolcarlo, así que eso es todo lo que hemos pescado: ¡Una mandíbula!
Al final nos quedan de 6 a 8 horas para sestear, leer, tomar el sol, baldearnos, charlar, escuchar la radio o lo que nos de la gana. Creo que a ti sólo te deben quedar 4 o 5 horas libres (sin contar sueño nocturno ni comidas), o sea que no lo dudes: ¡Deja las sillas y vente a navegar!
Además de todo lo dicho, como comprobarás, personalmente dedico cada día entre media hora y una hora a escribirte (aparte de otro tanto en pensar en ti).
Ahora, cuando te haya dejado, voy a seguir con un cenicero de piedra que estoy esculpiendo. Ya ves, vida sencilla, no se si te atrae, pero tu ya debes saberlo porque tienes muchísima información sobre este tipo de vida, sólo te falta experimentarlo si lo ves bastante claro.
Espero que tus vacaciones de semana santa en Ibiza hayan sido provechosas y divertidas, ya me contarás; espero también que hayas llegado a una entente con Carolina y Dirk respecto a vuestra convivencia y espero, sobre todo, que estés bien de cuerpo y espíritu, que tengas buenos momentos felices y que sigas tan guapa y encantadora como siempre. Besos
Román
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5.-
Atlántico Norte, 8-04-88
Bienquerida Jacqueline:
Esta noche pasada ¡por fin! Han caído 5 peces voladores en cubierta de tamaño ya comestible. Uno ¡ha caído en la cara de Nacho! y cuatro en mi guardia. Desgraciadamente, el más gordito volvió al agua inmediatamente. De día vemos muchos y la verdad es que vuelan cantidad, planean más bien, como 200 m los que más. Supongo que es su defensa para escapar de los depredadores que los acechan (atunes y dorados). Su sabor es parecido al de las sardinas, pero de carne más fina. ¡A ver si sigue la racha!
Estoy loco por pescar un dorado, los hay, los he visto, pero aunque me esfuerzo con los dos curricanes que llevamos a remolque, no hay modo. Hoy he fabricado con una cuchara sopera una imitación de pez que se mueve de lado a lado, de arriba a bajo y brilla mogollón; espero que funcione, me ha llevado toda la mañana prepararlo. Hoy también hemos visto un tiburón, como de tres metros, bueno, supongo que lo era ya que se le veía la aleta característica, pero estaba un poco lejos. También he visto, en mi guardia de 8 a 10, un gran bulkcarrier (granelero o mineralero).
La singladura de hoy: 105 millas. El viento se va escaseando, pero mientras hagamos un mínimo de 100 millas diarios, ya nos vale, no tenemos prisa.
El sol, por primera vez, a la hora del paso por el meridiano del lugar estaba en el norte, por que aunque no estemos todavía en el hemisferio sur, como la declinación es de 7º norte y estamos en latitud +/- 7º norte, se puede decir que nos hemos cruzado con el. La declinación es, más o menos, la inclinación de su órbita respecto al plano del ecuador terrestre. Varía en relación a la época del año, es máxima norte en verano y mínima sur en invierno en los solsticios, y 0 en los equinoccios de primavera y otoño. ¡Toma ya chulería astronómica! La verdad es que estas cosas las conocía en teoría, pero al practicar la navegación astronómica te das cuenta realmente de su significado. Ahora, por ejemplo, al estar cerca del ecuador el sol esta mucho mas alto, lo que hace más difícil tomar su altura. En fin que estoy aprendiendo un montón, es apasionante esto de la navegación astronómica, si quieres el día que naveguemos juntos te enseñaré; de hecho no es difícil.
Estamos terminando las reservas de wisky a base de carajillos después de comer, todos nos hemos aficionado. El de ahora, ¡a tu salud querida! Realmente la navegación en este océano es una delicia, pasan días sin tener que hacer maniobras en el velamen, todo lo contrario que en el Mediterráneo. Desde que salimos de Praia, el viento ha soplado siempre del mismo sector, del NNE al ENE, o sea que lo único que tenemos que hacer es cambiar ligeramente el rumbo; como quedan muchas millas por delante no hay problema, una delicia.
Espero que no cambies de idea y vengas efectivamente a Brasil, ¿OK? Prometo no atosigarte con mi afecto si no viene al caso.
El color del mar, pero, me gusta más el del marenostrum definitivamente, aunque todavía me gusta más el color y brillo de tus ojos cuando me miras.
Cuídate mucho. Besos. Eres mi pelirroja preferida, honey.
Román
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4.-
En la mar, 7/04/88
Mi querida musa pelirroja:
Esta noche la rutina de navegación ya se ha instalado en mí, ya duermo bien y todo es más fácil. La singladura de hoy ha sido de 113 millas. Como ves, a medida que nos acercamos al ecuador hay menos viento, normal. Esta noche pasada he visto un mercante que nos ha pasado cerquita, parece que hay más tráfico del supuesto. El “sufrido” cuarto tripulante, es decir el piloto automático está cumpliendo. Ahora lo ponemos diariamente desde mediodía a medianoche, con lo cual solo hacemos 4 horas de caña cada uno, lo que nos deja cantidad de tiempo libre. Hoy en vez de siesta he acabado de devorar una divertida novela de Isabel Allende. Mi sueño se ha estabilizado en un total de alrededor de 6,5 horas divididas en tres partes: una de 3 horas y dos de 1 hora y 45 minutos. Después de un mes de baja forma, ahora vuelvo a estar en excelente condición física.
Cada día aumenta un grado centígrado la temperatura en el interior del barco. Ahora por la noche, que es cuando se está más fresco, no baja de 23º C, lastima que la humedad sea muy alta.
Ahora, hace un momento, acabo de baldear la cubierta y a mi mismo, el sol está cerca del ocaso y se está fresquito, fresquito. La vida es bella a pesar de tu ausencia.
Es fácil vivir en un barco de vela en navegación larga, todo es sencillo, no tienes que comerte el coco, solo dejarte llevar por la rutina de a bordo. Claro está que previamente tienes que estar en armonía con tus compañeros, pero incluso esto último es más fácil navegando que en puerto. Supongo que el ser humano inteligente, aun inconscientemente sabe que hay que estar unidos en este elemento hostil a veces, el mar omnipresente.
Sigo recordándote con nostalgia. Besos.
Román
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3.-
En la mar, 6-4-88
¡ Hola querida pelirroja !
Hoy han caído en cubierta 4 peces voladores, pero serían crías dado el minúsculo tamaño; ¡a ver si caen los padres!
La foto ilustra un buen artículo científico sobre estos peces en
https://bitnavegante.blogspot.mx/2010/09/investigando-la-aerodinamica-del-pez.html
El piloto automático casi se nos quema anoche, el pobre no podía con el barco y pilló un sobre-calentón de cuidado. Lo vamos a mimar, ahora lo acabamos de poner y a ver si aguanta tres horitas para que podamos holgazanear un poquito.
Contra todo pronóstico hoy hemos visto un barco, lo hemos llamado por radio, pero el tío no se ha enterado. No obstante nos han contestado dos barcos (que no veíamos), uno griego y el otro brasileño, con los que hemos charlado un ratito. La radio (VHF) va de puta madre, el barco griego estaba a 140 millas y se supone que este tipo de radio solo tiene un alcance de +/- 60 millas, o sea que ¡perfecto! Además siempre da moral saber que en caso de emergencia otros barcos puedan oírte.
El viento sigue amainando, así que hemos cambiado el génova pesado por el ligero y el barco vuelve a andar 5 nudos o algo más. La singladura de hoy ha resultado ser de 128 millas, lo que no está nada mal con el poco viento que hemos tenido.
No hay más que contar mujer de mis sueños, solo que tengo ganas de verte. TXAU.
Román
Dije que el barco era un Van de Stadt 44, pero no dije las principales características del mismo, helas aqui:
13,55 m de eslora máxima, 10,5 m de eslora de flotación, 3,6 m de manga máxima, 1,8 m de calado y 12,5 toneladas de desplazamiento. Casco de acero y cubierta y superestructura de madera. Aparejado de balandro a tope. Bañera a 3/4.
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2.-
En la mar, a 5 de abril de 1988
MI QUERIDA MUSA:
Seguiré con esta pobre crónica de navegante. ¡Por fin! Ayer día 4 a las 16:30, después de despachar con las autoridades, nos hicimos a la mar. Buen viento fresco del NE, sol y buena visibilidad. Izamos mayor con un rizo por estribor y génova pesado atangonado por babor (a orejas de burro) dando unos buenos 6 o 6,5 nudos (nudos = millas marinas/hora, milla marina = 1’ de meridiano o 1.852 m.) arrumbando (con rumbo) al 188º verdadero (respecto al norte geográfico) y al 204º de aguja (respecto al norte magnético).
Había y todavía hay marejada a fuerte marejada del ENE, con lo que teníamos y tenemos el mar por la aleta (entre 130 y 165º respecto a la proa) lo que es más trabajoso a la hora de gobernar (llevar el timón), que si la tuviéramos por la misma popa. Esta circunstancia unida a la intensidad del viento -20 nudos - hicieron que ni probáramos de poner el piloto automática eléctrico, gobernando a mano en guardias de dos horas.
En el transcurso de la noche el viento ha rolado (girado) ligeramente más hacia el Este, lo que nos ha obligado a arrumbar levemente más hacia el oeste para que las velas porten bien, también ha amainado (se ha reducido) un poco y la velocidad estimada esta mañana era de 5,5 nudos.
Soy feliz de volver a navegar por este infinito y bello mar rodeado del vacío horizonte. Creo que no vamos a ver barco alguno en muchos días. Soy plenamente consciente de mi extrema pequeñez y de que estoy totalmente desamparado y abandonado a mis (nuestras) propias fuerzas. Con todo, como creo haberte dicho en otro lugar, esto es lo que, de verdad, te hace sentir vivo.
Me digo constantemente (y a mis compañeros) el extremo cuidado que debemos tener en nuestros movimientos para no herirnos; ahora con tres semanas por delante podría ser fatal, además, parece que en los trópicos las heridas, aún las pequeñas, tardan más tiempo en cicatrizar.
Creo que hemos salido un poco escasos de comida, quiero decir que nos van a faltar algunas cosas antes no alcancemos Brasil, pero no hay cuidado de que pasemos hambre, tenemos reservas de arroz y legumbres para dos meses.
El plan de Navegación es así: Arrumbar hacia el paralelo 5º N y el meridiano 25º W, y de ahí al Ecuador y meridiano 28 W, para pasar la Zona Intertropical de Convergencia o zona de calmas por este último meridiano. Te explico: Las famosas calmas ecuatoriales o ZIC son como una tierra de nadie entre los reinos de los vientos alisios del NE en el hemisferio norte y de los alisios del SE en el hemisferio sur. En esta tierra o mar de nadie las calmas se imponen con ocasionales chubascos de inusitada violencia. Como puedes imaginar, no son las mejores condiciones para un barco de vela y la temperatura es exagerada. Esta zona de calmas varía en su posición y amplitud respecto a la época del año y día a día. Así que aún analizando toda la información a nuestro alcance y planeando la mejor zona para cruzarla, si la suerte no te acompaña puede significar algunos días, aunque esperemos que solo sea uno. Esta zona es más estrecha cuando más cerca de América, pero no queremos apurar pues después tendríamos que ceñir en exceso contra Los Alisios del SE para alcanzar Maceió. Este es, pues, el motivo de cruzar entre los meridianos 25 y 28 W. ¡VAYA ROLLO!, pero te lo pongo por si te interesaran estos temas. (Y sigo) Contando los diferentes rumbos a los que gobernaremos, abatimientos, derivas, errores en la navegación y posibles bordadas cerca de nuestro objetivo (bordadas: hacer zig zag en ceñida para remontar el viento) calculamos una distancia de 1850 millas (+/- 3425 Km) desde Praia a Maceió, que esperamos cubrir (según la suerte que tengamos) entre 17 y 22 días.
La situación a la hora meridiana (momento en que el sol está mas alto en el lugar) nos ha informado de la excelente singladura (distancia recorrida en 24 horas) realizada = 148 millas, no está nada mal, nada mal. Esta mañana como había menos viento y mar, he probado con el piloto automático y ¡maravilla! funciona. Todavía lo está haciendo en estos momentos (20:30), lo que nos ha permitido llevar la rutina de abordo (baldear la cubierta, alturas de sol, cálculos, cocina, lavar cacharros, reglar las velas, etc.) sin agobios y con calma e incluso nos ha permitido haraganear y hacer una soberana siesta de 3 horas.
En la primera noche de mar se hace difícil dormir, por la falta de costumbre de dormir a trozos, por el movimiento y por el sueño acumulado mientras estábamos fondeados. Generalmente la segunda noche ya es mejor y al tercer día ya tienes hábito de dormir por partes durante las 24 horas. Bueno honey, paciente lectora de mis desvaríos, te dejo, creo que me toca hacer la cena a mi y para variar no se que hacer. Hasta otro rollo. Besos. (Hoy no es mi día escribidor, me falta garra, lo noto).
Román.
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Cuando escribí estas 17 cartas (1 previa, 15 en travesía y 1 final) estaba enamorado, o por lo menos creía estarlo, de la persona a quien iban dirigidas y al hacerlo trataba de transmitir minuciosamente mis sensaciones en la primera travesía del Atlántico a vela.
Si el lector o lectora gusta de estas sencillas y sinceras cartas, parte del mérito es de la destinartaria de todas ellas que me inspiró. Gracias por permitirme usarlas Jacqueline.
Sólo he introducido algunas correcciones de estilo, he suprimido algunos párrafos y he efectuado pequeñas modificaciones para hacer el texto más ameno y legible, pero podría decirse sin faltar a la verdad, que las cartas son originales en más de un noventa por ciento.
El barco era un balandro de 44 pies, diseñado por Vanderstaad y construido en acero (con mástil, botavara, cubierta y superestructura de madera) por un amateur sudafricano.
Estaba tripulado por este humilde cronista (con 35 años entonces), Marijó (33) y Nacho (31) que formaban pareja.
Zarpamos de Sitges (Barcelona) el primero de enero de 1988 y tras hacer escala en San José de Gata (Almería), Gibraltar, Isla Graciosa, Las Palmas de Gran Canaria, Santa Maria de Sal, Tarrafal de Santiago y Praia, estás tres últimas en el archipiélago de Cabo Verde, nos disponíamos a zarpar con rumbo a Brasil.
Román Sánchez Morata 12-02-2013
1.-
31-03-1988. A bordo del "Roodekop" fondeado en Praia
QUERIDÍSIMA AMIGA:
Todavía estamos en el mismo lugar. Hemos tratado, por todos los medios, de conseguir permiso para ir a Ilha Brava sin tener que volver posteriormente aquí, pero no ha habido manera. Nos dicen que ahí no hay frontera, que no es puerto de entrada/salida al país y por tanto no podemos marcharnos del país desde allí. Finalmente les hemos dicho que OK, que nos vamos directamente a Brasil. Prepararemos el barco aquí y pasaremos por Brava, en un lugar en el que suponemos no hay autoridades ni nada parecido. Si no nos dejaran desembarcar, pues ni modo, seguiríamos camino directamente a Brasil.
Por tanto esta es mi última carta hasta la llegada a Brasil, no se si podrás resistirlo, ja, ja.
Hoy ha hecho, mejor dicho está haciendo un calor serio, serio (38º C con 95% de humedad) aunque afortunadamente dejó de soplar el Harmatan (el viento cargado de arena).
Ya tenemos el barco cargado de provisiones, sólo nos falta embarcar gasoil, reparar cuatro cosillas y esperar que Nacho sane de su súper-diarrea (ha tomado mi relevo) para zarpar (con suerte mañana por la noche).
Ya tengo ganas de navegar y de experimentar la estancia en la mar por 20 o 25 días sin ver tierra, ni posiblemente barcos (seguimos una derrota sólo usada por barcos de vela como nosotros).
Los americanos ya han marchado (hacia Guinea) y el trimaran marcha hoy hacia Brasil con escala en Brava (mismo sistema que nosotros).
Te dejo, voy a comer que hay hambre. Hasta luego.
Román.
Es ya de noche y con luna nueva. El trimaran ha marchado acompañado por el sonido de nuestro cuerno marino y nuestros gritos de adiós. Nos veremos en Brava, en Brasil o en cualquier lugar, buen viento amigos.
Probablemente no nos iremos mañana. Nacho no se acaba de poner bien y no seria lógico enfrentarnos a tres semanas de mar sin estar en buena condición física. Ni modo, no tenemos prisa.
Hoy el puerto está concurridísimo. Hay siete mercantes, casi todos caboverdianos. Poca cosa más por contar. El calor, como todos los días, remite a las 18 hora local (21 donde tú estás). A esa hora trabajamos un poquito hasta la puesta de sol, una hora y media más tarde. Por la mañana también trabajamos hasta las 10. El resto del día es imposible hacer nada, solo bañarte. Cuando vamos a tierra, el calor es todavía peor, claro que esto únicamente ha sido así aquí en Praia, que está a sotavento de esta isla de grandes montañas que impiden que lleguen los alisios refrescadores.
Chao.
Román.
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